Capítulo 1: A toda velocidad.
-La oscura noche recae sobre la ciudad de Manhattan durante el mes de marzo con su luna gélida y la luz de las calles, que son lo único que la mantienen viva a estas horas, luces amarillas resaltan en la ciudad por su gran cantidad, las blancas son las siguientes, pero no nos podemos olvidar de las más importantes, las azules y rojas, indicando la llegada de los principales defensores de esta ciudad, tan llena de delincuencia, y también de nuestros protagonistas, los agentes de policías.
-¡Atención a todos los oficiales, denuncia de asesinato en la E 23 St y First Avenue, diríjanse ahora mismo hacia estas coordenadas, el asesino puede estar cerca! -Una llamada que sonó por todas las radios de los agentes de esa área, entre los que está uno de los más grandes detective, John Richmond.
-¡Quiero agentes en un radio de 3 cuadras, nadie sale hasta que dé la orden! -Dijo el comisario Bourg. -¡John, no seas holgazán, vente entramos, también tú Gellert!.
-John era un hombre alto y musculoso, rubio y con una sonrisa tan blanca como la nieve, una piel clara, ojos negros y afeitado, peinado para un lado, con no muy largo pelo y usaba una camisa azul clara, de bajo de un chaleco gris, con su placa de policía y una radio, pantalones azules oscuro, cinturón marrón y zapatos negros. Este alcanzaba al jefe junto a Gellert, un joven de unos 20 años, misma ropa que John, y con un pelo marrón despeinado, patillas que llegaban a su barba que apenas se notaba, musculoso (no mucho más que John) y con una mirada firme y seria todo el tiempo. Y por último el jefe, que era muy parecido a John, pero tiene pelo castaño, y su título conlleva una gorra azul oscuro (con forma de placa desde arriba) y la camisa es de color azul oscuro.
-Gotas comienzan a caer del cielo gris que se tornaba ante los policías dispuestos a entrar y los oficiales acordonando la zona. -Entremos, él no debe de estar ahí. -Dijo John. -De seguro que está siendo perseguido por algún agente del parámetro, déjame ir allí, quiero vivir acción de verdad.
-No, te quedas aquí, te estás equivocado… las cámaras de seguridad aseguran que no ha salido, ni entrado nadie, desde la hora de llamada, ni las puertas, ni las ventanas, ni la azotea han sido rutas de escape y no tiene sótano. -Dijo el jefe a la proposición de John. -Te necesitamos aquí.
-Un disparo resonó por toda la calle, asustando a los protagonistas y sus compañeros, los agentes ya listos para la acción se adentraron al edificio del crimen, este era un edificio con las paredes deterioradas, alguna luces dañadas, las puertas o rotas o sin perilla, y unas 6 puertas hacia delante una reja de hierro, llevando directamente a las escaleras. Lentamente los agentes se preparaban para encontrar a un asesino, pero la decepción atacó y solo encontraron la vivienda de la víctima y su cadáver.
-Un cuerpo se asomaba a la única luz prendida del hogar, cubierto de color escarlata, e irradiando un olor pútrido, la víctima era un empresario de pelo negro, cara alegada, de complexión delgada, bajo para su edad de 42 años; los forenses llegaron unos instantes después y sin previo aviso John salió corriendo, de regreso, por las escaleras, a toda velocidad por los caminos oscuros del pasillo, terminó saliendo y persiguiendo una sombra llegó a un callejón sin salida.
- Dentro del edificio, Gellert y el oficial inspeccionaron toda la zona buscando huellas, tejidos y más pistas del asesino.
- Con que no hay huellas, ni tejidos, ni pisadas… ¿ Hay algo que nos pueda asegurar algún sospechoso? - Preguntó Gellert al darse cuenta de que este caso puede ser el típico caso más temido por los policías del mundo "El asesinato perfecto".
-Sí, aún hay mucho por registrar. - Respondió el jefe.
-Anda, ve a ver dónde se metió John, sabemos que es imprudente, pero tampoco tanto como para poner su vida en riesgo.
- Gellert fue en su búsqueda y solo encuentra a John tirado en el suelo con varias sirenas de ambulancias sonando por el fondo, este fue en su ayuda a toda velocidad, y así acaba el día.
Capítulo 2: Salida de la camilla
- Mis ojos se abren y estoy en un lugar extraño, pero poco a poco estaba recuperado la memoria. John, me llamo y no recuerdo nada, ni siquiera donde estoy, tengo un libro en blanco en mis manos y una pluma azul en la otra, poco a poco letras van apareciendo concorde yo pienso en palabras y muevo la mano hacia arriba, hacia los lados y para abajo, mi… memoria recuerda lo sucedido y … comienzo a entender… qué está pasando.
-Salí de la escena del crimen, y corrí a una calle cercana, persiguiendo a alguien … que no lo vi bien, mas no me parecía una persona normal... una sombra o una figura completamente negra como el carbón; al salir me tropecé y la perdí por un instante, todas las calles de los alrededores tenían una figura negra en la entrada así que decidí ir por la más cerca a mí; al llegar era un callejón sin salida y había desaparecido la sombra, me dí la vuelta y… y… y ¿Qué me pasó? Ya no recuerdo nada.
-¡Espera! Me acabo de dar cuenta que han tocado la puerta de la habitación, miro a mi alrededor y solo veo que estoy en una habitación de un color gris nube, yo en camilla, con un ventilador encima de ella, a mis alrededores se ven otras camillas y unos telones que los divide, también mesas donde Los enfermeros dejan los instrumentos a utilizar.
-Me intenté levantar, mas no pude por culpa de unos cables que me medía las pulsaciones, más que cables era como un dedal blanco y de plástico, que se conectaba con cables a una máquina que demostraba mis pulsaciones, al fijarme de esto grité: ¡Pase! -Una enfermera abrió la puerta, tenía el pelo suelto hasta los hombros, usaba un uniforme azul claro y llevaba una tarjeta de identificación en su bolsillo del pantalón. Ella me preguntó cómo me sentía, y yo le pregunté ¿Qué hacía aquí y por qué terminé aquí? -Sólo me contesta con dos palabras: No sé.
-Pasaron muchos días y muchas noches, semanas y meses, imagínese si entré en Marzo, salí en Agosto. En esa fecha me dieron el permiso para salir pero me avisaron de que tenía algo llamado Pérdida de Cabeza a Corto Plazo (o P.M.C.P)… espera de de "cabeza" no, de me… mejora no… memorizar no… ¡Ah sí, de memoria! Y también me dijo que anotara todo en este libro.
-Al salir me fui directamente a casa, donde recordé antiguos momentos que estuvieron mucho tiempo escondido en mi cabeza, algunos de antiguos amigos y compañeros de la comisaría y de antiguos trabajos, otros de viejos casos que fueron complicados y que resalta muy claramente, estos recuerdos, tan viejos como el cobre azul, una nostalgia invade mi cuerpo y mi cara comienza a gotear, tantos buenos momentos, tanta gente que cayó sin alguna buena razón, todos esos…
-Tras mi ataque nostálgico, me fui a comisaría a ver quién me causó esta… esta… Pérdida de… Pérdida de… ¡memoria!... a… ¿a qué?... que estaba... Ah sí, Pérdida de memoria a corto plazo. Al llegar me encontré con Gellert e intenté hablar con él pero me dijo, apurado, que había un caso en el que tenía que trabajar y lo acompañé.
Capítulo 3: Siguiendo pistas.
Informe hecho por: Gellert.
Fecha: Lunes 20/8/2018 12:04 A.M.
El lunes 13/8 me encontré con mi antiguo compañero, John, que había sido golpeado por una "materia" desconocida y que causó su Pérdida de Memoria a Corto Plazo. Los dos llegamos a Times Square, donde se ubicaba el periódico Saints New York, y también donde trabaja el sospechoso del caso A113JK, Rían Downey Evans.
Entramos en las oficinas y lo encontramos, no nos fue útil para la investigación, tuvo coartada y no sabe nada del Juez.
Solo para quien no haya leído el antiguo informe de la investigación: el caso se trata de que encontraron el cadáver del Juez Mark Reynols, se encontró tirado en su despacho hace más de un mes.
Registramos la zona otra vez y vemos las pruebas y datos dados en el informe del anterior detective de este caso. Esta recopilación de datos duró hasta el día Jueves 16/8, y nos llevó a una pista, esta se trataba que el sospechoso de antes había contratado a un asesino, y a penas que me enteré del acontecimiento nos fuimos a buscarlo, fuimos a Times Square, a su casa, y estaba deshabitada, al final enviamos una orden de búsqueda y encontraron su cadáver en el lago de Central Park.
Nosotros nos hicimos cargo de la investigación del asesinato de Rían, gracias a esto podemos seguir trabajando en el caso.
-El ADN de toda una zona de un perímetro de 200m a la redonda, pistas, huellas… estamos hablando de un parque, la cantidad de datos que uno puede conseguir es de millones.
-A John se le ocurrió la idea de unir las pruebas de los casos del Juez, el último de John antes de ir al hospital y éste; como resultado terminó en que una persona, de apariencia extraña y fuera de este mundo, estuviese involucrado en todo. Por información de testigos y cámaras de seguridad, el sospechoso tenía una apariencia peculiar, un rostro negro como el carbón, sin rasgos faciales (ojos, orejas, boca...) a su alrededor irradiaba un aura oscuro como de humo, pero menos denso.
-Enviamos una orden de búsqueda de este sujeto y nos llevó a la Calle 11 con la Avenida 34, esta ubicación no salía en ningún mapa. Por las calles identificamos a una sobra similar a la que se había buscado, dejando caer una tarjeta en el suelo mientras caminaba y se difuminada.
Capítulo 4: abriendo los ojos a los reinos.
Perdonad el informe de mi compañero, no es muy bueno en la redacción, en cambio yo creo recordar que sí era bueno. Como sea… tras la señal de la criatura rara, nos dirigimos a la ubicación de la tarjeta… Ah sí, lo que dejó esta sombra es una tarjeta de presentación, que nos llevaba a un centro de Yoga, con cuyo propietario estuvimos hablando.
Sra. Rowena Tarantino, es una mujer con un peinado de los 80s, pelirroja, de complexión delgada, una chaqueta marrón, camisa naranja, pantalones grises. Rowena nos estuvo hablando de que había escuchado algo similar en una leyenda… ya no me acuerdo de qué leyenda estoy hablando… Ah, mi compañero me acaba de recordar la leyenda, se trataba de… Unos científicos que entraron en un reino negativo por ir a una velocidad superior a los 2000 km/h, creo que es a esta velocidad que dijo. Esa realidad precisamente tiene como nombre: Reino Negativo, aquí los colores son invertidos y los cuerpos pueden aparecer en la realidad en donde todos vivimos con una apariencia casi totalmente oscura y un poco difuminada en forma de aura, tal y como la encontramos hace unos instantes.
Estuvimos estudiando durante 3 horas acerca de este relato extraordinario, me llamó la atención especialmente el apartado de... movimiento… desplazamiento... ¿Cuál?, ¿qué?... ¡Ah!, ya me acordé, el tema del desplazamiento entre ambas dimensiones, este decía que con un conjunto de más de 100 naves Apolo 11 (no está actualizado), si mis cálculos no fallan, serían unos 4.000.000 km/h, eso es casi unos 68 sondas New Horizons, 2006, eso sería gastar (solo para investigar unos 3 casos) … ¡44.200 millones de dólares!, ¡Eso es más que imposible! Ni Bill Gates tiene tanto dinero, o creo que sí. Regresando al tema del transporte, creo que una lanzadera o vehículo puede ser suficiente para… ¿Cuál es este…?
Por cierto, he leído un nuevo libro que habla de las velocidades más altas que han existido en todo el espacio-tiempo, es un poco de ciencia ficción pero aún así puede funcionar.
Hablamos con Rowena a ver qué opina ya que es experta en la leyenda, lo estuvo estudiando durante unos 5 años, ella nos ha dicho que hay otra forma más fácil, un hechizo que abre un portal que se mueve a la velocidad de la luz, si nos movemos por este portal en un pequeño tramo, tal vez sea lo suficientemente para ello.
Nos llevó a su despacho, una habitación espaciosa y cuadrada, rodeada por librerías, libros y escaleras hasta el techo, una mesa en el centro lleno de libros encima, y por debajo una alfombra con patrones de colores rojos, verdes y amarillos. Nos ubicó alrededor de la alfombra y movió su mesa hasta el fondo, y quitó la alfombra, un círculo rojo del tamaño de la alfombra. Seguimos las instrucciones y mientras ella mencionaba unas palabras en Latín o en un idioma antiguo, y un rayo azul brillante salía desde el suelo, no generaba ni brisa, ni luz.
Gellert y yo (los únicos que nos pusimos a indagar en la leyenda) estuvimos pendientes de cada detalle que ocurriría, pero no fue posible ya que todo lo siguiente fue lo más raro que he visto en mi vida… o eso creo… si mi libro, que me ayuda a la memoria, no falla, nada más raro me había ocurrido. Como sea lo que ocurre después de la aparición del rayo de luz, este desaparecía poco a poco, creando líneas vacías que destruyen parte del suelo y al terminar este proceso el rayo hacia el cielo se convirtió en un agujero, del mismo color, el cual sí creaba un aire que succionaba. Rowena se desconcentra y nos dice que saltemos dentro, obviamente yo no quise, pero mi compañero lo hace… qué hago… ya, no recuerdo nada, espera ¿qué? ¿Quién? Tú, por qué.
Capítulo 5: en un reino opuesto.
-Hola, soy Rowena, estoy escribiendo en el libro de John solo para complementar la idea: yo he tirado a John por el agujero solo para que nos rescate de la destrucción del mundo, ellos han aumentado su velocidad y transformado en seres compuestos de átomos negativos.
-¡Hey! ¡Por fin! Yo, el narrador, he regresado, después de mucho tiempo y de que los protagonistas me estuvieran robando las narraciones, pero bueno, comenzamos o mejor dicho continuemos.
-Tras caer por el agujero, ellos abren sus ojos y observan que todo está envuelto en unos colores negativos, quiere decir que en vez de ser unos colores que transmiten unas sensaciones, su negativo transmite las sensaciones opuestas. Todo se veía raro, lo azul era marrón, negro o rojo, lo negro es blanco, etc. Cuando uno está acostumbrado a ver una cosa de un color o forma y luego se cambia las cosas se notan raras y como si nunca hubiese visto este objeto concreto y se siente con una sensación de extraño, inusual…
-Regresando a la narración, se levantaron y cada uno miraba a su alrededor, miedo infundía en los corazones, en esta realidad se ve todo como dije previamente, con colores negativos, y con todas las personas yendo a la inversa.
-Muy aterrador era ver a Rowena con colores al revés, hablando en un Latín inverso y moviéndose hacia atrás como si el tiempo se revirtiera y otra gente le hubiesen acompañado en la entrada al despacho, porque al estar en esta realidad viajas al pasado y tu "yo" del presente (de lo que es visible en la nueva dimensión) va desapareciendo mientras el tiempo más lejos sea.
-Vaya, me esperaba que fuese todo menos psicodélico, más así como las series de los 50s ¿sabes, los blancos y negros? -Comentó de modo sarcástico John.
-Basta de bromas tenemos que buscar al asesino de los casos… Empecemos a revisar todas las pistas de antes. -Dijo Gellert e inmediatamente fueron a la biblioteca donde vieron unos dos cuerpos cristalinos estudiando, rodeados por otros cuerpos con apariencia más sólida. Los libros y los objetos tienen una forma similar a las del mundo normal, solo cambian los colores.
-¿Crees que esto puede desarrollar sus frutos? -Preguntó John.
-No, ahora que lo pienso, estaríamos repitiendo los libros y enciclopedias que ya hemos visto. -Respondió Gellert arrepentido. -Mejor ir a la oficina para revisar los informes de esos asesinatos. -Ahora se dirigieron a la central de policías.
-Esto sí que es más efectivo. -Dice John leyendo el informe de Gellert de antes de que encontrase la tarjeta de la sombra que perdió cuando la vimos. -Mira, tú mencionaste que viste una sombra, así como nosotros vemos raro a los del verdadero universo, nosotros hubiésemos visto a uno… Se me olvidó lo que estaba diciendo.
-Que vimos una sombra dejando caer una tarjeta y que como nosotros vemos raro a los del otro lado, nosotros hubiésemos visto…
-¡Ah, si! Hubiésemos visto a alguien que está en esta realidad.
-Es posible. -Concluyó Gellert. -De hecho podríamos decir que usando esta lógica junto a que como todos van hacia atrás, se puede viajar al pasado, podríamos llegar a verlo en 3 horas e incluso al asesino en unas 4 aproximadamente, si no será dentro de unos meses.
-Son 8 meses, menos 3 que estuve inconsciente… ¡Ah, si,¡ ! ¡¡5 meses!! -Calculó John, contando la cantidad
-Solo si fallamos, en el caso de lo contrario tendríamos que buscar la forma de salir. Estuvimos tan ocupados con el asesinato que no nos dimos cuenta que podemos estar atrapados aquí por siempre. -Truenos sonaron a su espalda y Gellert terminó la conversación quedándose callado y pensando en la siguiente jugada.
-Vamos directamente a donde encontramos a la primera entidad. -Propuso John.
-Se fueron a la dirección donde apareció la sombra y esperaron durante un largo rato sin que este apareciese.
-¿Cuándo dijiste que aparecía la sombra? -Pregunta irónicamente John. -Espero que no hayas dicho que estará dentro de 3 horas por tu bien, ¿no? Es que llevamos unas 4 horas esperando.
-Es la percepción del tiempo… cuando estás aburrido el tiempo pasa más lento, y si te estás divirtiéndote el tiempo pasa muy rápido, no entiendo muy bien como funciona, pero en cualquier universo donde el tiempo sea un factor, estará esa rareza.
-Disculpa, pero soy muy impaciente. -Añadió John. -¿Cuánto es lo que llevamos?
-Media hora.
-¡No me lo creo!
-No miento, el cronómetro me pone que han pasado 40:52, 53, 54… y así hasta las y 41 que es ahora. Tan preciso soy que es imposible decir que miento, en este caso soy más bueno que el pan. -Argumentó Gellert.
-Es aburrido discutir contigo.
-Te dije antes que era muy malo en lengua castellana.
-Sí, pero discutir es algo que cualquier ser humano puede hacer.
-Claro, lo pueden hacer mas no lo hacen bien.
-Fíjate, estamos teniendo una buena discusión, si así se le puede nombrar.
-¡Silencio! -Susurró Gellert poniéndole el dedo en la boca a John.
-Unos pasos se escucharon muy claro en la calle, los de la otra dimensión no hacen el más mínimo sonido, en cuanto a los de el mismo mundo, estos suenan como si estuviesen en un pasillo con eco. Se escondieron detrás de un buzón de correos y vieron a dos soldados, uno usando un jersey negro, pantalones negro y pistola enfundada en la cintura, y el otro similar, solo que con jersey rojo. John y Gellert sólo lograron escuchar al del jersey rojo, preguntándole a su compañero acerca de la agrupación de los guardias, y el de negro responde:
-Ya te lo he dicho Mark, innecesario, nadie va a venir para aquí. Estamos en este sitio pudiendo ver a nuestros familiares y amigos pero ellos no nos ven ni nos escuchan, piensan que estamos muertos y eso me causa la ira que tengo ahora, lo cual lleva al siguiente comentario: ¡Me vuelves a preguntar eso o algo que me haga pensar en el "exterior" y me aseguraré de que vayas al "Foso"!
-Calma, solo quiero tener una conversación, llevamos custodiando estos páramos desde hace años y pocas conversaciones agradables son las que tenemos.
-Reclámaselo al Jefe, que por algo nos contrató hace unos meses.
-Lo siento, pero no me atrevo. -Respondió Mark. - le tengo un miedo que soy capaz de quedarme aquí de por vida para que él deje de estar al mando… Te dije que hemos pasado por aquí ya unas 200 veces ¿no?
-Claro, varias ¿por?... Algo no está bien.
-Es correcto. -Dijo Mark desenfundando su arma al mismo tiempo que su compañero lo hacía y miraba fijamente a un banco donde los agentes estaban sentados antes.
-¡Salgan de donde quiera que estéis… "Rathsikes"! -Dice el del Jersey negro.
-¿Crees que son "Rathsikes" los que percibimos? Ellos nos tienen miedo Tom... ya se habrían ido. ¿Podrían ser otros?
-Mejor averiguarlo. -Dijo Tom acercándose al banco lentamente.
-Miedo había en los corazones de los detectives, no sabían de qué lado estaban, ni si los ayudarían o no.
-Deberíamos preguntarles de este mundo, al fin y al cabo han estado un año ¿no? -Susurró John a Gellert.
-No tenemos nada que perder, así que… -Dijo Gellert levantándose con las manos arriba. -¡Somos policías y estamos aquí por un caso, ayúdenos o seréis arrestados por instrucción de la justicia!
-¡"Policías"! ¿Qué es eso?. -Pregunta Tom.
-¿No sabéis qué somos? Mi amigo y yo… -lo dice a regañadientes, mientras levanta a la fuerza levanta a su amigo que seguía escondido -somos agentes de la ley, personas que sacrificamos nuestra vida y nuestro tiempo para asegurarnos que en el mundo haya seguridad y justicia para las víctimas.
-Buen discurso, pero ¿Cómo habéis venido hasta aquí? -Dice Mark.
-Os decimos, pero luego nos tenéis que decir a nosotros vuestra historia. Hmmm… Se me olvidó que iba a decir. -Intenta contar John, ya es fácil adivinar sus diálogos.
-Lo que mi compañero quiere decir es que seguimos una pista hasta aquí de un asesinato. Ahora, ¿Cómo llegaron aquí? Y ¿Qué es eso del "Foso" y de los "Rathsikes"?
-Os lo explicaremos de camino. -Dice Tom, el de negro, haciendo una seña de "seguirnos", seguido a esto John y Gellert comparten miradas de preocupación y los acompañan; por desgracia al dirigirse a ellos y comenzar la travesía, a John se le cae la tarjeta de presentación de Rowena.
Capítulo 6: ¿Prisioneros?
-Pasos y kilómetros caminados después llegan a un castillo inexistente en el otro reino. Un palacio muy parecido a los medievales pero con una pizca de tecnología... miento, es una versión de los castillos medievales con más tecnología que la misma Times Square.
-¿Quién vive aquí? ¿Un Rey Arturo del siglo XXVIII? -Pregunta burlándose John.
-No, os presento al emperador Richmond. -Menciona Tom.
-¿Richmond? -Se sorprende John. -Pues Richmond es mi apellido.
-Tom y Mark se miran fijamente con una cara sorprendida.
-Pues, qué emoción el conocer a alguien de tu descendencia… Ups. -Dice Mark por accidente.
-¡Mi descendencia! -Quedó atónito John. -Dices que es… mi hijo… o nieto… o algún familiar. ¿Es eso posible?
-Ya lo verás… -Dice Mark..
-Todos entraron al palacio, una zona que parecía una feria renacentista, con paredes de ladrillos y puertas de maderas, cadenas y lianas por doquier, el humo delata a las antorchas y las hogueras, guardias con un uniforme parecido a los de Tom y Mark protegían cada puerta, entrada y ventana, en total eran unos 30 soldados (contando a unos 4 que estaban dentro del palacio custodiando al emperador). Los cuatro entraron a la sala del trono donde un joven de unos 17 que estaba mal sentado en su trono de cuero y oro, con la cabeza en un posabrazo y en el otro están sus piernas; usa un chándal de color gris, y de azul el pantalón, los esperaba.
-Emperador… le traemos a… aquel de la profecía. -Le informa Tom.
-¡John, mi viejo amigo! Seguro que no me recordarás ¿no? -Dice levantándose del asiento.
-Con o sin Pérdida de memoria, no creo que te recuerde… soy muy malo reconociendo a personas que llevo sin ver décadas. -Responde John.
-Tom, Mark, podéis iros. Te pongo en situación… mi padre.
-¡Nooooooooo! -Grita John arrodillándose y mirando al techo. -Bueno eso fue más dramático en la película, y además eran los roles al revés.
-Sé de cuál hablas, en mi tiempo es todo un clásico del cine.
-Si, en el nuestro también… espera ¿acabas de decir "tiempo"? -Pregunta Gellert.
-Claro, que vosotros no venís de mi tiempo. Como aquí todo va al revés… por ejemplo, si tú entras y te quedas un mes, estarías viajando un mes hacia atrás. -Dice el jefe.
-¿Y quién, específicamente eres tú? -Interroga Gellert.
-Bueno es una larga historia…
Capítulo 7: Problemas de familias.
-Mi nacimiento data de 2041, mis padres eran John Richmond y Felicia Baltimore, en la ciudad de New Jersey.
-Mi vida era una maravilla antes de los 17 cuando mis padres me leyeron por primera vez el libro de mi padre: "Mis recuerdos" que es aquél que tienes ahí, en tu bolsillo. En aquel libro contaba la aparición de este maravilloso mundo… el mundo negativo, donde debido a la velocidad, los átomos se convierten en átomos negativos. Si un cuerpo entero se vuelve negativo, viaja al reino negativo ya que todos sus átomos se cambian…
-Dejemos de hablar de este reino y sigamos con mi vida… yo y mis padres, a los 18, fuimos de paseo para investigaciones diversas, ellos me abandonaron ese día, dejándome solo y teniendo que vivir por mi propia cuenta.
-Hablando de esto… ¡Guardias, atraparlos!
-Desde hace 1 años estoy planificando una venganza para que esta paradoja se acabe y que mis otros yo del futuro no sufran esta soledad que tú, John, me hiciste sentir.
-Te pido perdón desde el fondo de mi presente, pasado y futuro corazón, y te doy mi palabra. Y además, si tú me permites escribirlo en la primera página de mi cuaderno, a mí jamás se me olvidará. -Insistió John.
-Hazlo, qué más da, no va a funcionar.
-Con estas palabras, la promesa del padre se volvió realidad y se escribieron las palabras en el libro… nada cambió, el futuro no se actualizó.
-Te lo dije, nada cambiará así de fácil.
-Pero, si tú me matas estarás intentando cambiar el futuro, y acabamos de demostrar que no se puede cambiar.
-¡La muerte no se puede rebobinar! -Dijo el descendiente levantándose y golpeando el posa brazo del trono.
-Un silencio arrasó la sala precedido del golpe que aturdió a todos de la sala.
-Creo que sabes por todo lo que he sufrido yo, creo que puedes entender que yo he pasado por el Bullying y por rechazos en mi juventud y eso me marcó para siempre, y...
-Por favor, padre, no pongas excusas… Ya es difícil para mí, y si quieres que tu hijo tenga una buena vida, hazlo.
-Si yo muero, tú no vas a nacer…
-Tengo en cuenta eso. -Acaba el hijo, dándole órdenes a sus guardias a que los lleven al foso.
Capítulo 8: el último sendero, el último Strike.
-Tom y Mark estaban a nuestras espaldas, empujándonos y guiándonos al foso, le he preguntado ya unas mil veces y siempre es la misma respuesta.
-La noche cae sobre nosotros y los guardias preparan una jaula para nosotros y una tienda de campaña para ellos. Aproveché la calma y observé a mi compañero, John, estaba muy callado, en su interior se preguntaba:
-¿Sí todo esto es mi culpa, que habría hecho yo para causar estos problemas? ¿Qué clase de bestia seré para que todo se vaya a la basura? Estoy tan pensativo, porque estoy evaluando mis… mis… se me olvidó… problema… pasado… ¡futuras razones de haber actuado como dije mi hijo!
-Pues, no te puedo ayudar, mejor entro en la jaula y me voy a dormir.
-Haz lo que te apetezca. -En vez de acompañar a John, quise quedarme pensando en lo que dijo y las distintas formas de solucionar este problema. Así toda la noche y toda la mañana, hasta las 12… en el momento que ya todos estaban despiertos.
-Arriba holgazanes, que tenemos un largo viaje de camino a ”la Luz“. -Gritó Tom, que me veía tirado en el suelo pensando en lo mío y a John durmiendo.
-Nos levantamos y caminamos unos 15 km, todos callados, salvo Mark, que tarareaba Once Small World, o eso creo… al final se me ocurrió un tema del que tratar con John así que empecé a hablarle a él:
-Hey, estoy cansado y no hemos comido nada ¿por qué no paramos un rato para comer?
-No, tenemos que seguir al foso. -Me responde Tom.
-¿Y ustedes no tienen hambre?
-Bueno… Sí, claro que tenemos hambre. Claro que es buena idea aquella la de comer.
-Y así fue, tras las palabras de Mark, nos paramos en un restaurante donde Tom sacó una caja con comida, todos comimos de ella y estábamos tranquilos, incluso pasó una hora, después de comer, sin caminar, hasta que el tono de una llamada sonó.
-El jefe les estaba llamando y reclamando por la pérdida de tiempo. Ahí aproveché y le dije a mi compañero:
-Strike uno.
-¿Qué?¿A qué te refieres? -Me pregunta mi compañero.
-Si todo sale a flor de piel, creo que te lo podré explicar sin ningún problema.
-Creo que lo entendí, tu razón y la referencia.
-¡A callad, que ustedes parecen sirenas, nos hacen creer una cosa pero luego es la otra! ¡Estáis intentando descansar! -Dijo Mark mientras mi corazón se acelera, porque creía que habían descubierto mi plan.
-Tiempo después de la parada, volví a lograr que cayesen en mi trampa y que viéramos un partido de fútbol, aunque al revés, me acordé del juego durante la conversación entre John y su hijo. Ahí le dije a John otra vez:
-Strike dos.
- Este les volvió a llamar y seguimos hasta la comisaría, aprovechando mis conocimientos de ella les ofrecí una visita guiada, pero falló, luego jugar un partidito en Central Park, pero tampoco, por último usé mi mejor baza y les ofrecí unas donas. Aquí repetí por última vez mi frase:
-John, Strike tres… están fuera.
-Tan deliciosas estaban, algunas con sabor a chocolate blanco, otras con malvaviscos y otras con un raro sabor a café. Tanto tiempo perdido que no le dio tiempo, al hijo de John, de llamar, sino de llegar caminando.
-Dejadme el control de estos prisioneros, -Gritó el hijo a los guardias. Él agarró una pistola y me la puso en la espalda, a continuación murmuró: si uno quiere hacer algo bien hecho…
-Hazlo tú mismo. -Término John, lo que sigue es una larga caminata hasta llegar al Parque Battery, al sur de Manhattan.
-Sorpresa este es el foso. -Dice, proseguido por una risa maníaca, el hijo. La sorpresa que nos mostró fue el estado del parque, todo sucio y casi sin plantas, y con un mega-agujero en donde el monumento Castle Clinton.
-¿Qué le habéis hecho al parque? ¡destructores de toda clase de vida!
-Es el peor insulto que he oído jamás, pero bueno, lo que hemos hecho es decorarlo un poco con el nivel de basura que desechan al año, obviamente sin limpiarlo ni una vez.
-¡Monstruos! -Exclamo tras explicar los hechos.
-No, te equivocas, los verdaderos monstruos sois vosotros… Solo fíjate en todo el daño que hace el ser humanos a los seres vivos. A unos los matan despiadadamente, a otros los tienen como secuaces para hacer compañía innecesaria o proporcionar alimentos que muchas veces ni necesitamos, y matarnos, insultarnos, herirnos, abandonarnos. ¡Todos los problemas que hay ahora y que habrán en todo el tiempo es por causa de este virus, la humanidad!
-¿Y qué planeas tú, destruirla? -Pregunta John sarcásticamente.
-Si, juntando los dos reinos. Me alegra y decepciona, al mismo tiempo, que estemos tan unidos incluso para adivinar ideas del otro.
-¡Eres un monstruo!
-Gracias, no es la primera vez que me lo dicen… -Hubo unos segundos de silencio en los que giraba su cabeza al Noroeste, justo donde está la Estatua de la Libertad. -Y es la última vez que me lo dirán… Sabéis por qué estoy viendo a esa hermosísima mujer de hojas, ¿no?
-Porque te parece atractiva no.
-Porque es irónico lo que representa, libertad, algo que la gente cree tener y nunca lo tendrá.
-Porque tú se la quitarás. -Respondió John de un modo flojo, después de un rato callado.
-Sí, y porque nunca la tuvieron y no se la merecen. Si incluso con leyes o normas, no son capaces de no cometer delitos.
-Y eso es lo que tú estás a punto de hacer, y solo por tu beneficio. Esas personas actúan de una forma muy egoístas, eso es lo que no te diferenciaría de ellos.
-Estoy consciente de ello, y de hecho es para cambiarme. Es todo parte de mi plan. ¡Vamos al foso!
Capítulo 9: El sacrificio.
-Mi viejo libro, hace tiempo que no escribo en ti, entre que estuve en el otro mundo y ayudar a Gellert escribiendo un relato, siento que pasaron años. Continuemos donde lo dejó mi compañero.
-Nos dirigimos al monumento al sur de Nueva York, ahí se encontraban unos 5 o 7 guardias, todos ellos al servicio de mi supuesto hijo, nos acercamos al más cercano y sacó su arma, una lanza de madera que terminaba en una punta metálica. Sentí esa punta en mi espalda y aproveché para agarrar el mango del bastón, quitárselo de las manos dándole con esto en la barriga, y ponerme en guardia dispuesto a combatir.
-“Grandes destrezas", "Buenos movimientos”, eran cosas que me decía mi hijo al ver mi manejo del bastón, un guardia de los 5 se me acercó y me concentré en bloquear los ataques y esquivar sus embestidas. Mi hijo no dudó ni un segundo en desenfundar su pistola y ponerla sobre la despeinada cabeza de Gellert, disparaba si no soltaba el bastón.
-Supe que íbamos a morir, sino uno pues el otro, pero supuse que algo de tiempo podría ganar para escapar, no tuvimos ni la muestra del tiempo necesario. Gellert cansado decidió hablar diciéndonos que si tenemos algún problema que lo solucionemos hablando, por lo menos nosotros, no somos ninguna bestia para necesitar combate.
-Pues lo vais a necesitar. Dijo mi hijo empujándonos al foso.
-Aún no me creo que hayamos sobrevivido a una caída ¡de más de 10 metros! Una caída larga y un dolor como de una caída pequeña, aterricé de espaldas, pegándome fuerte la cabeza y el coxis. Gellert, cayó del lado derecho, lastimándose gravemente el brazo derecho.
-Un instante tras la caída, el comienzo de un escándalo arriba, el levantarse rápidamente y el inicio de un sonido metálico, fue lo que aconteció después.
-Tras mirar a los ojos reclamando sangre de mi hijo, bajé la mirada y vi a una bestia, un tipo de rata pero con alas marrones y sin pelaje.
-Os presento a mi querida mascota. Grita a lo alto el jefe, creo que también mencionó que era uno de estos Rathsikes, pero mutante. Si.
-Un rugido aturdió a todos los de arriba del foso y a nosotros, seguido de ánimos estilo gladiadores. Y al instante vi unas lanzas volando hacia nosotros, estas las debíamos usar para luchar contra el monstruo.
-Retrocedí por el miedo, recuerdo que vi a Gellert preparado para morir, levantando su lanza como si estuviera sano y listo para el combate, pero ni una, ni la otra… Yo también recuerdo retroceder un poco más, pero esta vez solo para ganar impulso, hasta que vislumbre un cadáver esquelético al otro lado de la sala; esto provocó que un miedo intenso invadiera mi cuerpo de cabeza a pies. Volví a fijarme en Gellert, como se preparaba aunque estaba en mal estado, una ráfaga de viento violento nos pegó por la espalda y un rugido de valentía despertó en mi corazón. Igual que antes, me puse en guardia, preparado para cualquier atrocidad.
-La bestia nos veía detalladamente a ambos y se levantó en dos patas, dejando otro rugido más parecido al de un león. Al caer nos empujó un poco, este empezó a avanzar yendo por los bordes del foso y mirándonos con sus ojos sanguinarios, seguido de un salto en dirección a nosotros, ambos nos tiramos al suelo para evitarlo y éste respondió con un zarpazo, que causó que Gellert chocase con una pared. Corrí al rescate de mi amigo y una gota grande de baba cayó en mi hombro, volteé y la bestia estaba detrás. Movía la lanza esperando que le atinara algún golpe, mis movimientos se ceñían más a los de combate cuerpo a cuerpo que contra una bestia. Esta no paraba de retroceder asustada por mis movimientos, hasta que llegó al borde, luego, con toda su fuerza, lanzó un golpe certero, que me lanzó al lado de Gellert.
-La imagen me la imagino asombrosa, una rata gigante encima de dos cuerpos moribundos. Bueno, asombra a nivel gráfico, para nosotros no fue muy bueno. Regresando con el relato… Pude ver a Gellert con un último esfuerzo protegerme, pero también me levanté y me negué a que él diese mi vida por mi. La bestia me agarró con sus patas carnosas y me alzó hasta sobrepasar la altura del mar, ahí me lanzó al suelo, por fortuna fui rápido y agarré una esquina del foso, justo a los pies de mi hijo.
-Gellert no se merece la muerte, ese soy yo, deja que no paguen justos por pecadores, que ya no será venganza, sino psicopatía. Le rogué.
-Él, sin pensarlo mucho, dio un silbido en el que mandó a la bestia a volar trayendo al moribundo cuerpo de Gellert.
-Él será perdonado, pero yo no he desaparecido, eso significa que el futuro va a ser igual para mí. Dice mi hijo.
-Creo que te lo he dicho antes, pero no importa de donde vengas, sino importa a donde tú vas, aprende a perdonar a tu prójimo, si quieres que así te perdonen a tí. Digo yo como mis últimas palabras. Luego un pisotón sentí en mi mano, esta se soltó, y una caída hacia la boca de la bestia me esperaba.
-Tras esta trágica muerte mía, todos, desde la bestia hasta los soldados del castillo, comenzaron a desaparecer, sus cuerpos se convertían traslúcidos, el foso comenzaba a sellarse y el castillo a demolerse con sus peldaños cayendo y no dejando rastro. Así un rato, hasta que este mundo quedó casi totalmente deshabitado, salvo por mi hijo y Gellert.
-Yo nunca dije mi nombre ¿verdad?
-Es cierto. Responde Gellert agarrando mi libro tirado en lo que era antes el foso y también con gotas en los ojos.
-Él me nombró Jonás, ¿me pregunto por qué?... Es verdad lo que dicen, después de la venganza, uno se siente vacío. Lo decía mientras empezaba a desvanecer.
-Me aseguraré de que te trate bien, lo prometo. También lo dijo Gellert mientras desaparecía.
-Por fin ambos dejaron de estar en el otro mundo y todo el tiempo se reescribió. Gellert cuenta que regresó, como si lo estuviese volviendo a vivir, el momento en el que yo gané la Pérdida de memoria. Desde este punto todo cambia y al parecer ningún brazo raro, creo que es el de Jonás, me atacó.
Capítulo 10: Conclusión.
-Llegamos al final de esta historia, con un final feliz, clásico de cuentos de hadas, salvo que este no es de este estilo de cuentos. Claro la historia puede parecer falsa, pero yo sé que es real, porque aunque mis historias de ese otro mundo solo estén en mi libro y en la mente de Gellert (ya que sí pertenecen a este tiempo, a excepción de los objetos y las personas que desaparecieron en el otro mundo), yo, John Richmond, agente de policía y escritor de novelas de ciencia ficción, puedo afirmar que esta historia está ambientada en hechos reales.
-Bueno, acabo de terminar mi libro. -Dice John poniendo su firma y cerrándolo.
-Padre ¿Por qué estoy en tu libro? -Pregunta un joven Johnas que se acerca a la mesa de su padre y ve sus apuntes con su nombre en él.
-Tienes que leerte mi libro para entenderlo.
-Ya tengo ganas de tenerlo en mis manos.
-Nueva York, año 2051,, al igual que hace 13 años es una ciudad ruidosa y problemática, donde los policías no pueden descansar y los ladrones no paran de aparecer, pero su belleza está presente, muy, pero muy oculta, en la mayoría de habitantes que realmente aman a su ciudad, y con ellas estoy yo, Johnas Richmond.
-Ha sido un placer serles de narrador en esta aventura y espero que nos volvamos a encontrar, pero con una historia diferente, tal vez, una de superhéroes, no estaría mal, y si estos tienen poderes elementales, vale, mi idea la estoy copiando de aquellos héroes que aparecieron en una isla flotante hace 31 años, pero, no es mala historia. Qué tal si empieza así:
-La oscura noche recae sobre la ciudad de Manhattan en una noche de marzo con su luna gélida y la luz de las calles, que son lo único que la mantienen viva a estas horas, luces amarillas resaltan en la ciudad por su gran cantidad, las blancas son las siguientes, pero no nos podemos olvidar de las más importantes, las azules y rojas...
¿A quién le gustaría una secuela de la obra?
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